No es un secreto que ahora la educación se está especializando en técnicas que forman mano de obra barata más que individuos reflexivos con vocación y amor por su trabajo. De ahí que “la educación es considerada cada vez más un bien individual, y la metáfora de la escuela se viene transformando de foro y espacio público a empresa: una empresa que busca ser competitiva en el mercado para vender sus productos, en vez de educación y cuidado” afirman Gunilla Dahiberg y Peter Moss en la introducción al libro Diálogo con Reggio Emilia escuchar, investigar, aprender de Carla Rinaldi.

De esta manera, la tendencia de la escuela es reducirse a un lugar de practicas técnicas, donde la capacidad de producir conocimientos e identidad es evaluada para rellenar huecos laborales, que la mayoría de las veces, surgen de la necesidad más que de la realización del propio ser de los alumnos.


El modelo educativo busca estandarizar la escuela en un sistema disciplinario para que funcione mecánicamente. Cuando “los individuos que se conforman y obedecen son sujetos peligrosos” afirman Dahlberg, Moss y Pence en Beyond Quakity in Early Childhood Education and Care. Postmodern Perspectives, refiriéndose a que, para construir una nueva sociedad, es indispensable pensar en sujetos capaces de reflexionar y actuar por si solos.

 No es de extrañarse ante las alarmantes cifras de trabajo forzoso en el mundo que demuestran la insatisfacción de millones de personas con sus trabajos. Según el informe de Estimaciones Globales de Trabajo Forzoso, elaborado por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), casi 21 millones de personas en el mundo están obligadas a trabajar contra su voluntad. Del número total de personas obligadas a trabajar contra su voluntad, el 26 por ciento (5,5 millones) son niños. Esto es preocupante e irá en aumento si se sigue implementado la educación para el empleo.

Una de las características de la educación en la actualidad es que sea integral y de esta forma incluir a la comunidad en los procesos formativos para brindar mejores posibilidades de convivencia para los niños del futuro. Pero, esto en Antioquia, cada vez es mas complicado porque la primera base educativa que parte del hogar es cada vez más disfuncional. Lo demuestra la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud que señala, en el caso de Antioquia, que el 20% de las adolescentes (entre 15 y 19 años) ya es madre o está embarazada de su primer hijo. Cifra que alcanza a 1.036 niñas que se vuelven mamás cada año. Cuando estos embarazos, de acuerdo con la Ley 1098 de 2006, de mujeres entre 10 y 14 años, son considerados como un delito de abuso sexual, así las menores hayan consentido la relación. Pero, como siempre, no hay denuncias.

Son estos bebés, de estas niñas, los que llegan con más dificultades porque sus madres no están preparadas para educarlos, y mucho menos nuestro sistema educativo. Entonces, como no les queda otra posibilidad más que sobrevivir, porque nadie les enseña a pensar con criterio, se vuelven expertos en los chismes de la T.V., por lo que sabrán más de los nombres de los artistas famosos que de la historia del lugar donde están parados.

Son estos chicos, con mala dicción y ortografía, los que se las tendrán que ver con nuevos sistemas educativos, de verdad, devastadores. Por ejemplo, en Japón se está aprobando un revolucionario plan piloto llamado "Cambio Valiente", donde busca que sus niños se formen como los "Ciudadanos del mundo", no como japoneses. Y serán, sin duda, mejores antioqueños que los mismos antioqueños.

Estos ciudadanos del mundo a los 18 años hablarán 4 idiomas, conocerán 4 culturas, 4 alfabetos y 4 religiones. Serán expertos en uso de sus computadoras, leerán 52 libros cada año… y competirán con los antioqueños, para no ser muy pesimistas, los peones del futuro.


- Florentino ¿por qué ya no me quieres?



- Si te quiero, lo que pasa es que siento que debemos darnos un tiempo.


- No me parece justo.


- Es cierto, lo menos justo es la justicia.


- ¿Y te vas hoy?


- Si, es una decisión. Cuando uno decide algo es mejor ser consecuente. Es como si un rio se detuviera a mitad del camino cuando su cause echó a correr.


- Entonces… si ya te vas… me puedes dar un beso


- No.


- Uno solo.


- No.


- Bueno, un abrazo y ya. Al menos para sentir tu cuerpo por ultima vez


- Bueno, uno y ya. Pues, ya sabes que la voluntad con el tacto es…


- Florentino, ¡ahí… Florentino!


- Si… esta bien… Pero mañana, ¡es en serio!, mañana me voy.