¿Cuál es la vela que se enciende cuando llega la amada?
¿Qué es aquello, que sin irse, se extraña?
¿De dónde proviene esa ansiedad adictiva que,
por momentos, encara la soledad y la derrota?
¿Qué es eso que te hace respirar frenéticamente
y te hace ver de nuevo los colores?
¿Qué instinto se despierta
y hace posibles como avioncitos de papel ante la tormenta?
¿Quién te habita cuando amas?
¿Qué ser extraño, maniático, móvil,
soñador gobierna sobre tus impulsos
y te hace, por milésima vez, creer de nuevo?
¿Qué buscas? ¿Qué cosa? ¿Qué sustancia?
¿Qué es lo que hay que aprender?
¿Cuántas velas hay que encender?
¿Cuántos cuerpos desnudos hay que fundir al ocaso y los suspiros?
¿Qué eres? ¿Qué anhelas?
y… ¿Por qué dura tan poco el amor?
... y sin embargo, parece inagotable.