Hola, que bueno saludarte. No te habÃa escrito porque se me hubiera olvidado o lo postergara. Todo lo contrario. Me explico mejor: mis ganas de vos me impedÃan que te escribiera a diario. Ocurre que cuando un ser me interesa me dan unas ganas repentinas de estar conmigo. Entonces hago de ese ser, en este caso tú, un pensamiento en voz alta y me aÃslo un poco de todo. No pienso en nada ni en ti cuando me dispongo a estar conmigo. Entro en un estado meditativo y puedo sentir cosas. Por ejemplo, mientras escribo, percibo que entre las palabras corre un arroyo pequeño. Allà susurra el agua y se ve una que otra mariposa pasar entre las flores. El viento mueve las ramas de los árboles y los pájaros cantan. Nada falta ni yo falto. Cada cosa es la cosa indicada porque el azar es un viejo mago que conoce todos los trucos y los giros. Nunca falla. Es cuando uno se da cuenta que puede ser suficiente porque cada individuo es como una selva de palabras por descubrir. Lo interesante es que tiene a disposición varios mapas de tesoros escondidos... Entonces pienso en ti y sonrÃo y te guiño un ojo y te vuelvo a mirar para que te des cuenta de que soy el que te miro y… Bueno…como un gatito pequeño juego con un posible y lo desenvuelvo en la sala y lo rasgo y luego, me quedo dormido... En fin, querida, espero verte pronto y que la gracia te abrigue siempre.
MANICOMIO 236
Hace 5 horas