A continuación un cuento a dos manos. Uno de los autores es Cristián Cadavid Palacios, actor y docente. El otro soy yo, el responsable de este blog. El ejercicio consistió en crear situaciones que el otro debÃa resolver. Espero lo disfruten tanto como nosotros.
Él le susurró al oÃdo: “Desaparece”. Ella lo miró y le contestó: “¡Cristián tengo el deseo como un niño chiquito jugando con un burbujero!”. Al instante soltó una carcajada mientras él continuaba con las burbujas y veÃa como subÃan y luego explotaban. La magia consistÃa en que la burbuja se sostuviera en el aire como una ilusión, como una caricia.
Ella estiró una de sus garras y estalló una a una las burbujitas que él habÃa fabricado en un afán de poeta niño. Él se sorprendió porque no contaba con ese imprevisto. Asà que sacó de su bolsillo una bolsita de papel café y metió la mano. En ese momento salió de la bolsita un pájaro azul, más conocido como azulejo.
El azulejo se abalanzó sobre la dama de garras y le robó un beso azulado. Ella se asustó y vio como el pajarito dio algunos aleteos en el aire sosteniéndose unos segundos. Luego explotó como una burbujita.
El hombre guardó en el bolsillo del pantalón su bolsita café. Tomó el burbujero e hizo unas burbujitas. Se montó en una de ellas y se dejó arrastrar por el viento. Pero antes de irse escuchó la voz de ella que decÃa: “¡Cristián tengo el deseo como un azulejo o una burbujita alada! Él sintió un frÃo en la espalda y la piel se le puso como piel de gallina. Entonces, de la bolsita café sacó una máquina de afeitar y se rasuró las piernas. Luego, como si no hubiera escuchado nada, volvió a recostarse en su burbuja. En ese instante sintió un olor a jabón desinfectante y levantó la cabeza. No podÃa creer lo que veÃa. Ella tenÃa los brazos abiertos y en su vientre, a tres pulgadas del ombligo, se divisaba el alba. Fue cuando observó que sus vellitos flotaban como azulejos alrededor de ella.
Y burbuja con burbuja terminaron de darse un baño en aquella bañera parlante que relataba historias. Mientras, el agua recorrÃa sus cuerpos sumergiéndolos en un eterno mar de palabras ahogadas.
ColorÃn colorado, este cuento es una burbuja que ha explotado
5 coment�rios:
Super interesante Juan, hay dÃas que también quisiera viajar en una burbuja para vivir un hermoso sueño.
¿Quién no?
Un placer leerte, te dejo un fuerte abrazo.
Lo que entretiene hacer burbujas...
Yo las adoro.
Besos
EL ARTE DE HACER BURBUJAS. INTERESANTE
SALUDOS
CARLOS
Yo quiero una burbuja de esas que convierte en realidad tus deseos.
Me ha gustado el resultado de la cooperación entre ambos.
Un abrazo.
Cristina
Entonces no dejes escarpar esos dÃas. Pues, le aseguro, lo que sucede cuando se vive un sueño es como un milagro. De verdacita.
Verónica
Las burbujas son como un embrujo.
Innombrable
Cada palabra es un estado de asombro. Algunas, como la palabra burbuja, genera una explosión de lucecitas en la noche. gracias por su comentario.
Belén
Gracias por su comentario. Hay ejercicios que divierten mucho. Un abrazo
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