Secretos para que llueva

A veces estar bajo el cielo no es suficiente para que llueva. Pues el cielo está herido porque el amor está herido. El amor está en cuidados intensivos porque nos acostumbramos a talar los árboles que crecen en los corazones de las mujeres. Eso esteriliza el amor, contamina las aguas de los ojos, aleja las aves del asombro. Por ello contemplamos los besos en postales y posdatas. Para que este mal no haga un desierto en nosotros es necesario cerrar los ojos y pensar en los labios de alguien que nos atraiga. Dicen que los suspiros derramados humedecen un poco el aire. Luego el agua sucede por arte de imaginación y un poco de erotismo.

3 coment�rios:

Olivia Lengüilarga dijo...

Bello texto Cami. También se le puede danzar a la lluvia. A la lluvia le encanta la euritmia de los cuerpos y no soporta la tentación de caer cuando ve a alguien bailando bajo las nubes. Se lanza en picada: la lluvia también quiere bailar.

Juan Camilo dijo...

Olivia l.
Gracias por el dato, buscaré con quien danzar. Un abrazo.

volarela dijo...

Un gran micro, con una acertada dosis de poesía.

Un gusto conocerte.